Obviamente, un curriculum vitae solo habla de ti, del transcurso de tu carrera profesional. Pero si miras con atención tu propio CV, quizás te sorprenda la cantidad de oportunidades que has perdido de explicarle al lector exactamente cuál era tu rol en un logro o en un proyecto concreto, sea mayor o menor. Si no las cuidas, las palabras que escojas y la estructura de las frases puede llevar la atención completamente lejos de ti y de tus habilidades para alcanzar resultados, y esto puede generar dudas sobre tu labor.
Lo que sigue son algunos consejos fundamentales que te pueden ayudar a mantener la atención del lector exactamente donde corresponde:
- Si escribes un CV en inglés, empieza las frases con un verbo. Un verbo significa acción. Y una acción implica resultados, mientras que los sustantivos sugieren quietud. Y detrás de cada acción siempre hay un sujeto, ¡Y ese sujeto eres tú!
- Siempre que sea posible, asegúrate de que la acción recaiga sobre ti. Además, dile al lector cómo lo hiciste y con qué resultados.
Antes: “Mejoras en la aplicación principal de la compañía”.
La frase empieza con un sustantivo. No vemos ninguna acción.
Y vamos a ver… Tampoco destaca quién hizo la mejora y cómo esos cambios contribuyeron en algo a la empresa. Preguntándole a mi cliente más detalles sobre las mejoras, pudimos llevar de nuevo la atención sobre él y sobre su talento.
Después: “Redujimos el tiempo de desarrollo en un 50% introduciendo la arquitectura n-Tier y la tecnología ORM.”
Bien, ahora el CV nos dice mucho más y destaca las habilidades que el cliente usó para resolver el problema.
- No todos los verbos tienen el mismo impacto,— ¡Así que escoge bien! Algunos son mucho más jugosos que otros. Elige siempre un verbo que refleje fielmente tu auténtico role pero que también sea relevante para tu público. Veamos cómo podemos arreglar esta frase:
Antes: “Apoyando a las negociaciones ayudando a los directores de cuentas con la preparación de la propuesta de negocio y las negociaciones sobre el precio.”
Bien, esta frase empieza con con un verbo y continúa con más verbos. Pero “apoyar” y “ayudar”, aunque representen verdaderamente la tarea del candidato, no dicen mucho acerca de su rol. Cuando le pregunté qué hacía exactamente para apoyar las negociaciones y preparar las propuestas, descubrí que hizo mucho más de lo que esta frase me hizo creer. ¿Cómo debería sonar realmente?
Después: “Lideré un equipo de siete personas en el análisis de las tendencias del sector, dando como resultado un informe de precios competitivos identificados para incorporar en la propuesta de negocio.”
- Evita el uso de la voz pasiva. Mantén tu discurso en voz activa. No introduciré más jerga gramatical en este punto, pero básicamente la voz pasiva implica una especie de rodeo. Normalmente usa el pretérito del verbo “ser” más el participio de otro verbo, como en esta frase:
Antes: “El proyecto fue ejecutado en el momento oportuno.” Fíjate en cómo esta frase no dice nada acerca de quién desarrolló la acción. ¿Fue el candidato? ¿El equipo con o sin el candidato? ¿El departamento? ¿Los chichos de correo o el becario de verano?. Si la convertimos en una frase con voz activa, tenemos:
Después: “Ejecuté la implementación del proyecto en el momento oportuno.”Y aún mejor: vamos a decir cómo el candidato pudo ejecutar el proyecto en el momento oportuno: “Me aseguré de la implementación puntual del proyecto, afrontando los problemas de manera proactiva y resolviendo los conflictos en sus fases iniciales.”
- No olvides las cifras! Mantener el foco sobre ti tiene mucho que ver con tu capacidad para comunicar de forma concisa y precisa cómo has influido en los resultados. Una selección del verbo adecuado y el uso de la voz activa son un gran comienzo. Pero los números pueden decir más que las palabras. Son fáciles de detectar de una ojeada y contribuyen a una evaluación rápida de ciertas competencias. Así que si mejoraste algo, siéntate y averigua cuánto. Las cifras no solo tienen que ver con las ventas y los costes, también pueden relacionarse con mejorar procesos y mucho más. Por ejemplo:
Antes: “Aproximación profesionalizada a la atención al cliente, aumentando la retención significativamente”. Esto está bien, pero ¿cómo y cuánto? Puede implicar algo de búsqueda, pero créeme, valdrá la pena.
Después: “Incrementé la retención del cliente del 30% al 75%, introduciendo y entrenando al personal en una aproximación más personalizada al cliente desde su primer contacto con la empresa.”
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